jueves, 14 de marzo de 2013

A un río......

Yo me senté en la orilla;
quería preguntarte, preguntarme tu secreto;
convencerme de que los ríos resbalan
hacia un anhelo y viven;
y que cada uno nace y muere distinto
(lo mismo que a ti te llaman Carlos).
Quería preguntarte, mi alma quería preguntarte
por qué anhelas, hacia qué resbalas, para qué vives.
Dímelo, río,
y dime, di, por qué te llaman Carlos.
Ah, loco, yo, loco, quería saber qué eras, quién eras
(genero, especie…) y qué eran, qué significaban «fluir», «fluido», «fluente»;
qué instante era tu instante
cuál de tus mil reflejos, tu reflejo absoluto
yo quería indagar el último recinto de tu vida
tu unicidad, esa alma de agua única,
por la que te conocen por Carlos.
Carlos es una tristeza, muy mansa y gris,
que fluye entre edificios nobles,
a Minerva sagrados y entre hangares
que anuncios y consignas coronan.

Y el río fluye y fluye, indiferente.
A veces, suburbana, verde, una sonrisilla
de hierba se distiende, pegada a la ribera.
Yo me he sentado allí, sobre la hierba quemada
del invierno para pensar por qué los ríos
siempre anhelan futuro, como tú lento y gris.
Y para preguntarte por qué te llaman Carlos.
Y tu fluías, fluías, sin cesar, indiferente
y no escuchabas a tu amante extático
que te miraba preguntándote
como miramos a nuestra primera enamorada para saber si le fluye
un alma por los ojos,
y si en su sima el mundo será todo luz blanca
o si acaso su sonreír es sólo eso: una boca amarga que besa.
Así te preguntaba: como le preguntamos a Dios en la sombra
de los quince años,
entre fiebres oscuras y los días -qué verano- tan lentos.
Yo quería que me revelaras el secreto de la vida
y de tu vida, y por qué te llamaban Carlos.
Yo no sé por qué me he puesto tan triste,
contemplando el fluir de este río…
Un río es agua, lágrimas: mas no sé quién las llora.
El río Carlos es una tristeza gris, mas no sé quién la llora.
Pero sé que la tristeza es gris y fluye.
Porque sólo fluye en el mundo la tristeza.
Todo lo que fluye es lágrimas.
Todo lo que fluye es tristeza, y no sabemos de dónde viene la tristeza.
Como yo no sé quién te llora, río Carlos,
como yo no sé por qué eres una tristeza
ni por qué te llaman Carlos.
Era bien de mañana cuando yo me he sentado
a contemplar el misterio fluyente de este río,
y he pasado muchas horas preguntándome, preguntándote.
Preguntando a este río, gris lo mismo que un dios;
preguntándome, como se le pregunta a un dios triste:
¿qué buscan los ríos? ¿qué es un río?
Dime, dime qué eres, qué buscas,
río, y por qué te llaman Carlos.
Y ahora me fluye dentro una tristeza,
un río de tristeza gris,
con lentos puentes grises,
como estructuras funerales grises.
Tengo frío en el alma y en los pies.
Y el sol se pone.
Ha debido pasar mucho tiempo.
Ha debido pasar el tiempo lento, lento,
minutos, siglos, eras.
Ha debido pasar toda la pena del mundo,
como un tiempo lentísimo.
Han debido pasar todas las lágrimas del mundo,
como un río indiferente.
Ha debido pasar mucho tiempo, amigos míos,
mucho tiempo
desde que yo me senté aquí en la orilla,
a orillas de esta tristeza, de este
río al que le llamaban Nervión, digo, Carlos.

                      (A un río le llaman Carlos - Dámaso Alonso)

lunes, 4 de marzo de 2013

La reivindicación silenciosa de una marisma

En este invierno tan lluvioso hemos podido ver en Lamiako grandes encharcamientos.
El de la foto ha sido uno de los más grandes y visibles al encontrarse en una zona despejada, donde suelen verse caballos pastando. Es como si la vieja marisma insistiera en lo que ES.... a pesar de todo.
Encharcamientos en Lamiako
En la entrada "Flora marismeña en Lamiako" de octubre de 2012 demostrábamos que la flora hoy existente confirma este hecho.
Y sin embargo, el proyecto de una EDAR en la marisma de Lamiako continúa sobre la mesa cuando en la propia documentación técnica del Anteproyecto aparece: 
Recordemos que la profundidad del relleno, según zonas, es de entre 4 y 7 m. y que el nivel freático oscila entre los +0,6 y +3,5 m. estando rodeada la marisma de 3 cauces fluviales.
Las inundaciones han dado muchos disgustos a la población y quebraderos de cabeza a las autoridades. Cada vez son más los especialistas que insisten en el error que supone ocupar las orillas de los ríos y en la conveniencia de respetar las llanuras aluviales o de inundación naturales así como en la necesidad de proteger las marismas.

viernes, 1 de marzo de 2013

Citas de marzo

Como cada mes, os animamos a compartir vuestras citas y observaciones.
El paseo de las Arenas, el muelle de hierro de Portugalete, la dársena de la Benedicta.....
Y Lamiako, el mejor espacio del Abra para ver limícolas ¡a ver qué nos depara este pase migratorio!
Gaviotas cabecinegras en Arriluce
Garceta en Arriluce
Zampullín en Lamiako
Azulones en el Gobelas